LA VOZ DE PAIPORTA
7 de junio de 2025

Nueva baja de la alcaldesa Maribel Albalat: el Ayuntamiento de Paiporta queda nuevamente en manos del teniente de alcalde

El historial de ausencias de la alcaldesa se agrava tras una nueva baja por enfermedad firmada el 20 de mayo, revelada a través de documentación difundida en redes sociales.

Fotografía de las redes sociales de Maribel Albalat

Paiporta, 23 de mayo de 2025. – El Ayuntamiento de Paiporta vuelve a enfrentarse a un periodo de vacío institucional tras la nueva baja médica de la alcaldesa Maribel Albalat, según consta en la resolución publicada el pasado 20 de mayo por la Secretaría General del Consistorio. El documento, difundido públicamente a través de las redes sociales, confirma la delegación temporal de la Alcaldía en el primer teniente de alcalde, Vicent Ciscar Chisbert, quien asume todas las funciones municipales de forma transitoria.

Documento difundido por Vox Paiporta

Esta baja no es un hecho aislado. Se suma a un historial de ausencias reiteradas antes de la catástrofe de la DANA ocurrida el 29 de octubre de 2024, cuando la respuesta municipal fue ampliamente cuestionada por su lentitud y descoordinación. En estos meses, la alcaldesa ha estado intermitentemente al frente del consistorio, generando una creciente sensación de desamparo político entre la ciudadanía.

A este nuevo episodio se suma el incidente ocurrido el pasado domingo 19 de mayo, durante la procesión de la Virgen de los Desamparados, donde la propia Albalat habría sufrido un desequilibrio físico o posible desmayo tras cruzar el barranco, lo que motivó preocupación entre los asistentes.

Desde distintos sectores vecinales y del propio Pleno se ha insistido en que esta falta de continuidad y presencia evidencia una incapacidad para ejercer con normalidad las responsabilidades del cargo, especialmente en un momento crítico en el que Paiporta sigue intentando recuperar la normalidad tras meses de caos y deterioro.

El documento oficial firmado por la Secretaría General —y ahora público— refleja la precariedad institucional del gobierno municipal, y abre de nuevo el debate sobre si la alcaldesa debe valorar seriamente su continuidad al frente del Ayuntamiento en beneficio de una gestión más estable y comprometida.


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