Los vecinos de Paiporta, siempre los últimos: Baldoví interviene mientras al público se le obliga a esperar horas

Indignación porque el diputado Joan Baldoví pudo tomar la palabra durante la despedida de un concejal, mientras los ciudadanos deben esperar hasta cinco horas para poder hablar

En el último pleno municipal de Paiporta, volvió a repetirse una situación que ha generado malestar entre los vecinos: mientras que los ciudadanos deben esperar tres, cuatro o incluso cinco horas para intervenir en el turno de ruegos y preguntas —siempre colocado al final de la sesión—, el político invitado Joan Baldoví fue autorizado a hablar fuera del turno establecido.

El diputado de Compromís tomó la palabra durante la despedida del concejal Pep Val, algo que los asistentes interpretan como un agravio comparativo. “Los políticos tienen normas distintas”, se lamentaba uno de los vecinos presentes. “Nosotros aguantamos horas sin poder hablar mientras ellos intervienen cuando quieren”, añadía otro con frustración.

Aunque el acto de despedida tenía una carga simbólica, muchos asistentes consideran que el reglamento debe aplicarse por igual a todos, sin privilegios según el cargo o el partido. Esta diferencia de trato profundiza la desconexión entre la ciudadanía y sus representantes, en un contexto político ya marcado por tensiones.

La situación ha reabierto el debate sobre la necesidad de revisar el formato y la duración de los plenos, así como de garantizar un espacio más digno y justo para la participación ciudadana.