
imagen de la página web Ayuntamiento de Paiporta
El Ayuntamiento de Paiporta, liderado por Maribel Albalat, ha instalado bancos reciclados donados por Banco Santander, fabricados con tarjetas recicladas, en un intento de vender sostenibilidad. La alcaldesa no duda en destacar su compromiso con el medioambiente, pero los vecinos estallan: esto no es lo que Paiporta necesita. La ciudadanía, harta, ve en este gesto un insulto a sus prioridades reales, mientras el pueblo sigue sumido en el abandono tras la DANA.
“Claro que es sostenible, pero ¿y los escombros del barranco?”, se quejan en redes, donde también ironizan: “¿Unos bancos son un logro digno de Instagram? Esto parece chavismo”. Otros lamentan que los bancos, incómodos y mal ubicados, estén tan cerca de terrazas que “te tragas el humo del tabaco”, o que los pisos sigan rotos mientras Albalat posa con su agenda verde. Hay quien pide limpiar el pueblo antes de presumir de ecología, y otros exigen atención a espacios como el polideportivo. La sensación general es clara: Paiporta merece más que postureo.
Mientras Albalat se pierde en su obsesión ambiental, los vecinos claman por soluciones reales: calles limpias, barrancos despejados y servicios básicos. Estos bancos no sientan bien a nadie, y la paciencia se agota.