Vecinos denuncian que el impuesto, que alcanza hasta 900 euros en locales, no fue incluido en las exenciones anunciadas tras la riada.

El Ayuntamiento de Paiporta, gobernado por el PSOE/Compromis, ha generado malestar al cobrar el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) a vecinos cuyas viviendas y locales comerciales fueron destruidos por la riada del 29 de octubre en Valencia.
Los recibos ascienden a más de 300 euros en hogares y hasta 900 euros en locales, afectando a familias que aún no han regresado a sus casas o que enfrentan costosas obras de reconstrucción.
A pesar de que el gobierno municipal anunció el 1 de abril un plan de alivio fiscal con exenciones de tasas como vados, licencias urbanísticas, ocupación de vía pública para terrazas y cuotas de mercados hasta diciembre de 2025, el IBI, el tributo de mayor impacto económico, no fue incluido en estas medidas. Esto ha llevado a los afectados a considerar que las promesas de apoyo son insuficientes.
El calendario fiscal establecía el pago voluntario del IBI urbano entre el 1 de junio y el 1 de agosto de 2025, con cobros automáticos para quienes lo tenían domiciliado, y mensualidades desde mayo para los que fraccionaron el pago.
La exclusión del IBI de las exenciones ha reabierto el debate sobre la suficiencia de las medidas municipales, con críticas vecinales que reclaman una exención directa para las propiedades dañadas por la riada.

















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