LA VOZ DE PAIPORTA
7 de junio de 2025

Compromi­s exige paralizar el trabajo en Paiporta pese a que el caudal del barranco no supera el 10%

El cierre de colegios y sanidad contrasta con la obligación de los trabajadores a acudir a sus empleos, pero ¿es justificada esta medida cuando el barranco está por debajo del 10% de su capacidad?

Compromís Paiporta ha publicado en redes sociales un mensaje en el que critica que, pese al cierre de centros educativos, servicios sanitarios y la suspensión de la atención en el Ayuntamiento, los trabajadores del municipio siguen acudiendo a sus puestos en plena alerta naranja. En su mensaje, la formación exige “coherencia, prudencia y sensibilidad” a la Generalitat y al propio Ayuntamiento, cuestionando por qué sectores no esenciales, como la plantilla de ESPAI, deben seguir operando en esta situación.

Sin embargo, la pregunta que queda en el aire es si esta medida es realmente necesaria cuando el barranco sigue con un caudal inferior al 10% de su capacidad. ¿Es razonable cerrar empresas, paralizar la economía local y generar incertidumbre entre los trabajadores cuando los datos no reflejan un peligro inminente?

El impacto en la economía local: cierres sin justificación clara

El cierre de colegios y servicios esenciales ya supone un impacto en el día a día de los vecinos, pero extenderlo al sector privado podría agravar aún más la situación. Muchas empresas, especialmente pequeños comercios y negocios locales, dependen de su actividad diaria para sobrevivir y no pueden permitirse cierres sin una razón objetiva que lo justifique.

La falta de criterio claro podría sentar un precedente peligroso: si cada alerta naranja se traduce en un cierre total de la actividad, ¿hasta qué punto se está garantizando el bienestar de los trabajadores, y en qué momento se convierte en una excusa para una paralización innecesaria?

¿Precaución o estrategia política?

Compromís plantea la necesidad de dar libranza a los trabajadores en estas condiciones, pero sin aportar datos concretos que respalden la urgencia de esta medida. Si el barranco no supone un riesgo inmediato y la actividad puede desarrollarse con normalidad, ¿se trata de una verdadera preocupación por la seguridad o de una estrategia política para desgastar a la administración?

Los vecinos de Paiporta han vivido situaciones recientes en las que la falta de previsión sí tuvo consecuencias graves, pero en esta ocasión las decisiones deben tomarse con responsabilidad y no por presión política. Paralizar la actividad económica de forma injustificada puede traer más problemas que soluciones.

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